17 de enero de 2011

Quinitos I: Búfalos

(Usar la letra 'k' es hortera o propio de idiomas bárbaros)

Porque hay muchos que estamos jartos de que los botellones se conviertan en conversaciones pseudotrascendentales sobre utopías políticas, porque queremos tajar al canso que no calla o al canso que no dice palabra, o a la "chica-tímida-que-esta-noche-acaba-a-veinte-uñas". Porque las jajas son sanas. Porque se aprende jugando. Porque no se apuesta vil metal, sino lingotazos. Por todo eso nos gustan los quinitos.

El más sencillo es el Búfalo, un quinito transversal que se suma a cualquier otro que esté en marcha. ¿De qué trata? Beber con la mano mala toda la noche. Cuando una persona pilla a otra soplando con su mano buena debe gritarle ¡BÚFALO, BÚFALO, BÚFALO, BÚFALO, BÚFALO! hasta el hastío y el infractor tiene que jincarse un traguito extra. Sorprendentemente, tiene una base científica. Para los curtidos es un juego de niños, pero el típico fulano duro de mollera atraviesa una tortura que dura varias horas. Muy útil para integrar a la gente.

"¡Que soy zurdo, joder!". Bebes doble por mentir.

FICHA TÉCNICA

NOMBRE: Búfalo.
MODALIDAD: Transversal.
CUÁNDO JUGARLO: Siempre.
TAJAMIENTO: 8/10.
HÁNDICAP DE NOVATO: 9/10.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero si se aprende jugando por qué lo explicas?? Hay que atraer nuevos fichajes para nuestros quinitos. Son divertidos y ayudan a integrar rápidamente a la gente y es el que beber, une. Tienes que presentar el "Discrepo" en sociedad, una modalidad en la que cuando algo parece no encajar todo se arregla con un "open your mind"...