18 de abril de 2011

Poemas I: El viaje de una lágrima

Si llego al lugar del que no se vuelve
me detendré a observar mi propia lágrima
resbalando solitaria
perdiendo su esencia poco a poco
hasta llegar a mis pies.

Primero pasará por mi rostro
testigo de la belleza
cómplice del placer
filtro de sentimientos
mi ojo cansado de mirar.

Descendería luego por el cuello
puente de pasiones
coraza de sangre
hasta llegar al pecho donde se hinchó el amor
y el llanto guardaba sus fuerzas
los pulmones, almacén de penas.

Mi lágrima seguirá su camino
besándome la tripa
laboratorio de mis peores impulsos
y hogar de dolores laberínticos
donde escondí aquello que odiaba
a salvo de la compasión.


A veces hasta la risa te abandona. Es grave, es importante.


Más abajo todavía
ya media lágrima perdida
me rozara lo masculino
guía de mis mejores
y de mis peores decisiones
el faro que apunta al azar
el acantilado donde se despeña la pureza.

En la parte final de su camino
mi lágrima bajará por un tobogán
las piernas con las que viajar
en busca de un sueño
o de una traición
y siempre de lo incierto.

Ya en el suelo, recostada mi lágrima
observaría mi caída
ralentizada por todo lo bueno y lo malo
que respiró mi vida.

Yo me iré
pero mi lágrima permanecerá
besando para siempre
la tierra en que me convertiré.

2 comentarios:

Esther dijo...

Qué belleza un un momento tan triste... qué bonito! Enhorabuena por esta preciosa creación

Anónimo dijo...

De repente descubro un Guillermo nuevo.Qué más tienes escondido??