7 de febrero de 2011

What if...? 1

El escritor checo Milan Kundera es una máquina de citas interesantes que para eso es listo, viejo y curtido en la vida. Pero cuando leí (y no entendí) La insoportable levedad del ser hubo una frase que me dejó muy roto, de puro simple y contundente. Venía a decir que el hombre no tiene manera de saber si ha acertado en la vida porque solo vive una vez y no puede comparar con otras vidas hipotéticas. ¿Qué evidente, no? Y qué jodido también. Cuando nos enfrentamos a una decisión importante sopesamos todos los aspectos cuidadosamente y luego nos lanzamos a por la opción elegida. Con el paso del tiempo, la opción descartada se difumina en nuestra memoria, que, según los científicos, está diseñada para recordar las cosas buenas y olvidar las malas: cuestión de salud mental, de supervivencia. Por eso es tan interesante la iniciativa que inició Marvel en los años setenta con la serie What if...?

Pese al morbo es un mal partido: descendencia incierta

A la editorial que alumbró mitos de la cultura popular como Spiderman, Hulk, Los X-Men o Los Cuatro Fantásticos se salió la vena soñadora. Creó una serie para deleite de sus guionistas, que imaginaban sin barreras bajo la premisa "¿Qué pasaría si...?". La serie continúa en la actualidad y ya sobrepasa los doscientos números. Mi hermano devoraba tebeos de Marvel y, aunque yo los hojeaba sin su pasión, sí que me sentia muy atrapado por aquellas historias que se desviaban de cualquier canon establecido. Eran pequeños oasis de libertad creativa. Quiero ir lanzando distintos What if...? en este blog pero no sobre superhéroes, sino apuntando a seres de carne y hueso, a esas vidas que nunca podremos comparar con otras. Porque la mayoría de las veces lo relevante no es qué ha pasado, sino qué habría pasado.

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